Smart Cities: el futuro de la comunicación y el Big Data

Smart Cities: el futuro de la comunicación y el Big Data

La primera vez que se utilizó el término Big Data fue gracias a un teórico estadounidense llamado John Mashey en un artículo. Dentro de este, el teórico aseguraba que la informática se iba a ver colapsada de información, y es que hoy en día se producen 1.700 billones de bytes por segundo totalmente nuevos. Todos los movimientos que realizamos en la red quedan registrados a través de números y eso es el Big Data (Van Der Berg, 2015).

Podemos decir entonces que es “una tecnología para transformar la analítica de grandes volúmenes de datos” pero también es un sistema que “proporciona las capacidades para explotar mejor la información existente, integrar nuevas fuentes de datos y realizar analítica de datos usando nuevas herramientas” (Sevillano Pérez, 2015).

USOS MÁS COMUNES DEL BIG DATA

La principal ventaja del Big Data es que sirve para analizar un gran volumen de datos en un breve periodo de tiempo, independientemente de si tienen alguna relación entre sí o de si los datos son de diferente naturaleza. Aunque su desventaja es la misma que la de cualquier sistema de análisis de datos: la veracidad o fiabilidad de los datos (Jiménez Barranquín, 2014).

Actualmente, el uso más común del Big Data lo llevan a cabo las plataformas de streaming de contenidos audiovisuales como Netflix, HBO o Amazon Prime por citar algunas de las que existen. Estas plataformas hacen uso de los numerosos datos adquiridos de los usuarios para dar información y recomendar contenido interesante a sus suscriptores, además de permitir que, de forma sencilla, se puedan tomar decisiones para ampliar la oferta u ofrecerles contenido de manera personalizada en los perfiles de cada uno (Clarés Gavilán, 2015). 

Si tomamos como ejemplo Netflix, el primer paso que toman a la hora de emplear el Big Data es el generar una clasificación de los contenidos, por lo que empiezan por emplear un equipo que los visualiza y categoriza para así luego analizar más fácilmente los datos de los usuarios y aprovechar totalmente las posibilidades del Big Data.

Una vez logrado este objetivo, el siguiente paso es encargarse de tener bien controlado tanto el número de reproducciones que realizan sus suscriptores, como la valoración que hace de lo visionado, la ubicación geográfica el día que se ha conectado y hasta la hora, entre otras cosas. 

Este hecho hace que la oferta de contenidos disponible para el público crezca y que se acentúe el poder de éste, el cual ahora tiene más alternativas. El Big data sirve como herramienta para hacer individual el gusto de cada consumidor de la industria audiovisual. Basados en la información que se presta, los algoritmos son capaces de determinar cada perfil particular de consumo (Deutsch, 2016).

La industria audiovisual puede crear una oferta a medida de las necesidades de cada uno: desde disponer de un feed de noticias que pueda interesarnos hasta tener una televisión a la carta con todos los programas que nos gustan, a un coste mucho más acorde con lo que nuestra economía nos deja gastar. Además, nos ahorra la búsqueda en la investigación de contenidos disponibles, al ofrecernos el material. 

EVOLUCIÓN DEL BIG DATA

Según un estudio de la Fundación Innovación Bankinter, la evolución del Big Data ý el uso de este ha sido rápida y se cree que va a aumentar exponencialmente su uso en los próximos años. El primer paso es que en este año 2019 “todos los estudiantes universitarios reciben un barniz de formación en ciencia de datos” (Fundación Innovación Bankinter, 2015).

También se estima que desde el 2020 hasta el 2025 se sucederán cambios vertiginosos en nuestra sociedad, como la creación de herramientas de aprendizaje que sirvan al usuario normal y corriente para tratar los datos, desapareciendo así la brecha entre científicos de datos y la población general.

Además, otro gran cambio que se espera es que en el año 2021 se cree un acuerdo internacional sobre los estándares de salud, lo que supondrá un avance enorme en la salud pública, puesto que se permitirá así el intercambio de datos sobre pacientes internacionalmente y de forma rápida.

LA SOCIEDAD ACTUAL Y LA INFORMACIÓN

La sociedad actual vive y depende de la información. Todo dato se almacena y se emplea en la búsqueda de un posible uso futuro del mismo. Es por eso por lo que, en julio de 2014, la Comisión Europea presentó una nueva estrategia sobre Big Data, para apoyar y acelerar la transición hacia una economía basada en los datos en el espacio europeo.

En sus documentos, se mencionan todo tipo de avances beneficiosos a la sociedad que vendrán de la mano de la integración del Big Data. Algunos de ellos son la transformación de las industrias de servicios de Europa mediante la generación de una amplia gama de productos y servicios de información innovadores, el aumento de la productividad de todos los sectores de la economía, la mejoría de la investigación y la aceleración de la innovación, la reducción de costos a través de servicios más personalizados y el aumento de la eficiencia en el sector público (Comisión Europea, 2014).

El Big Data puede ser muy beneficioso para nuestra sociedad y la sostenibilidad (de donde surge el concepto de Smart Cities). Para aprovecharnos de estos beneficios, se están creado unos sistemas de información inteligentes, en los que los sensores instalados en distintos lugares puedan cambiar el tiempo que las luces de los semáforos deben estar activadas en un color según lo que esté ocurriendo en ese preciso instante (Monleón, 2015).

En cuanto a lo económico, el instituto de tecnología de Massachusetts se encuentra recogiendo datos (en todo momento) de precios de distintos productos que se venden por Internet para poder calcular la tasa de inflación.

¿QUÉ SON LAS SMART CITIES?

Antes de definir el término de “Ciudad Inteligente” o Smart City debemos conocer brevemente la estructura de una ciudad. La estructura física de las ciudades más antiguas consistía en casas hechas con materiales básicos, con el único uso de refugiar y proteger a sus habitantes. Con la llegada de la industrialización, las ciudades agregaron sistemas de suministro de agua y de eliminación de residuos, red de energía, de transporte y de calefacción en los edificios. Habitar una ciudad se traducía en vivir bajo una serie de redes y servicios que necesitamos para sobrevivir. En la segunda mitad del siglo XX, con la llegada de las primeras telecomunicaciones digitales, se implantaron redes de conectividad de Internet y telefonía móvil, añadido a la telefonía fija que ya existía. Así pues, en el siglo XXI, las ciudades que hoy conocemos tienen los sistemas básicos de suministro e higiene, así como de las telecomunicaciones más desarrolladas (Mitchell, 2007, pp. 3–4).

Hoy en día, las ciudades en todo el mundo están creciendo a pasos agigantados, y las poblaciones buscan la manera continua de mejorar la calidad de vida de los habitantes, para fomentar y promover un buen desarrollo y crecimiento económico y demográfico. Son numerosos factores a tener en cuenta los que la ciudadanía demanda para ser mejorados: red de transporte, suministro de agua y electricidad, seguridad, etc. En un entorno como el que nos caracteriza, donde todo el mundo está informado y conectado, un elemento clave para esta mejora serán las tecnologías (Sevillano Pérez, 2015).

Las ciudades cuentas con unas grandes cantidades de datos y fuentes diversas sobre todo lo que concierne a la ciudadanía y al desarrollo y la estructura de las ciudades, y sería de gran ayuda utilizar esos datos para convertirlos en conocimiento e inteligencia para tenerlos en cuenta en la toma de decisiones para mejorar la gestión de las ciudades (Sevillano Pérez, 2015).

Imagen obtenida de ARC Advisory Group (https://www.arcweb.com/industries/smart-cities)

No existe una definición oficial del término Smart City o de los elementos que la componen. El concepto nace de la vinculación al uso de las TIC como herramientas para una gestión eficiente. Smart City, entonces, puede definirse como la aplicación de las TIC para la mejora de la calidad de vida de los habitantes y garantizar un desarrollo económico, social y ambiental sostenible, y que también se desarrolla en un ambiente basado en la transparencia, la rendición de cuentas, la interacción y el dialogo, el adecuado uso de los recursos y la solución rápida de las necesidades (Telefónica, Ontiveros, & Vizcaíno, 2016, p. 58).

Aunque, como refleja la Red Española de Ciudades Inteligentes, éstas se definen como “aquellas que disponen de un sistema de innovación y de trabajo en red para dotar a las ciudades de un modelo de mejora de la eficiencia económica y política permitiendo el desarrollo social, cultural y urbano” (Sevillano Pérez, 2015).

La tendencia del gran crecimiento y las innovaciones tecnológicas están impulsando a que las ciudades analicen cómo utilizan y aprovechan actualmente dichas tecnologías y las infraestructuras existentes, así como sus propios recursos y los de los ciudadanos y negocios (Sevillano Pérez, 2015).

Las Smart Cities se apoyan en las capacidades tecnológicas de la información y comunicación para llevar a cabo unas mejorías en cuanto a la gestión y a los servicios municipales, es decir, se trata de convertir los datos en conocimiento y dicho conocimiento en mejores actuaciones y respuestas inteligentes (Sevillano Pérez, 2012). Las capacidades y tecnologías necesarias para construir una buena Smart City, que los analistas destacan, son tanto la identificación de la analítica de datos como el Big Data, las cuales son claves para poder explotar y sacar valor de los datos disponibles (Sevillano Pérez, 2015). Con ello se mejorará la ciudad inteligente y hará de ella un gran funcionamiento, tanto de los ciudadanos como de los negocios y o empresas.

El objetivo final para que una ciudad pueda ser una ciudad inteligente y sostenible debe lograr un medio ambiente urbano sostenible en su economía y ambiente, que no implique sacrificar la calidad de vida de los ciudadanos. Estos retos se tienen que enfrentar de manera urgente, dada la circunstancia en la cual se encuentra la humanidad, a derivados de la vulnerabilidad al cambio climático, al crecimiento y concentración urbana (Alvarado, 2017). Una ciudad inteligente, pues, es aquella que puede abastecerse por sí misma, ya sea por su economía, por su energía, por su seguridad, etc. y la cual pueda superar cualquier reto que se le pueda plantear, pero siempre poniendo al ciudadano en el centro.

EJEMPLOS DE SMART CITIES

Holanda y las Smart Cities del Big Data: Ámsterdam

Holanda cuenta con un sistema de Smart Cities pionero en Europa y conocido mundialmente. Para ello, su capital, Ámsterdam, inició hace unos años un proyecto por el cual tiene como objetivo desarrollar el área metropolitana de la ciudad y convertirla en una Ciudad Inteligente gracias al apoyo del Big Data. Este proyecto se denomina ASC, que significa “Ámsterdam Smart City”. Este proyecto integra Administraciones Públicas, empresas o incluso los ciudadanos entre otros. (Esmartcity, 2014b)

Este proyecto cuenta con la plataforma ASC, iniciada por el Consejo Económico de la ciudad y con la que ya cuenta con más de 70 socios que se han ido añadiendo a lo largo de los años debido a su éxito y a sus métodos tecnológicos e inteligentes.

En su propia página web se define como: “Amsterdam Smart City (ASC) is the innovation platform of the Amsterdam Metropolitan Area which is constantly challenging businesses, residents, the municipality and knowledge institutions to test innovative ideas & solutions for urban issues. This contributes to the livability of the Amsterdam Metropolitan Area, promotes sustainable economic growth and helps develop new markets.” (BigData Alliance, 2018)

Con ello esta ciudad, así como otras ubicadas en el país holandés, disfrutan de una tecnología que mejora el medioambiente y la calidad de vida de sus ciudadanos, empresas etc.

La plataforma ASC cuenta con tres factores centrales, la plataforma, la cual sirve como nexo entre usuario, residentes, gobierno y empresa. El segundo factor son las pruebas. Sirve para dar la oportunidad de crear, compartir, testear y probar tecnologías o productos entre otros, para poder mejorar y aclarar la sostenibilidad de los productos, siendo la clave del éxito sostenible. La tercera es que es abierta, siendo importante este factor para poder atraer y llevar gente a poder compartir conocimientos y datos. (Esmartcity, 2014b)

Mentalizados con el medio ambiente y las emisiones nocivas para la salud de sus ciudadanos, la ciudad Inteligente de Ámsterdam obtuvo el séptimo puesto a nivel global en los premios denominados Smart Cities Index 2017 de EasyPark, situándose como un modelo importante a seguir en Europa y en el resto del mundo. (Wolkswagen, 2018)

Varios proyectos en marcha son el barrio sostenible de Geuzenveld, donde las casas han sido provistas de contadores inteligentes que permite a los residentes ser conscientes de los gastos de energía. (EsmartCity, 2014b) Esta comunicación punto a punto ha conseguido llevar a cabo varios proyectos que ya se están implementando en otras ciudades holandesas. El proyecto Working es otro de los mas importantes que se están llevando a cabo en la capital. Consiste en determinar las tecnologías y métodos más efectivos para un trabajo sostenible e “inteligente”. (EsmartCity, 2014b) Como último ejemplo, Ámsterdam fue una de las ciudades pioneras en implementar Wi-Fi de carácter libre por la ciudad, gracias a un proyecto entre ASC y el Ayuntamiento de Ámsterdam, así como la compañía telefónica KPN y un convenio con los cafés y bares de la ciudad. Este proyecto se expandió muy rápido y ha conseguido llegar a gran parte de la ciudad. (Wi-fi Amsterdam, 2019) Cuentan con una página web donde se pueden localizar los puntos de entrada del servidor localizados en los cafés y bares que se unen día a día al proyecto.

Como podemos apreciar, La ciudad Inteligente de Ámsterdam es un claro ejemplo de ciudad punto a punto y de la evolución del Big Data a nivel global. Actualmente Holanda es pionera en Smart City posicionándose siempre en los puestos altos de los rankings de innovación y BigData.

Japón y sus edificios conectados: Fujisawa

Uno de los proyectos más interesantes de ciudades inteligentes es el de la ciudad japonesa de Fujisawa, situada sobre la bahía de Sagami (Océano Pacífico). Esta ciudad se comenzó a levantar en noviembre de 2014. Todos sus edificios están conectados al sistema SMARTHEMS un sistema de para gestionar la energía de las viviendas que ofrece información en tiempo real del consumo y producción de toda la ciudad, capaz de ofrecer soluciones específicas a problemas puntuales y situaciones de emergencia como terremotos (Pérez, 2016). Las familias tienen a su disposición los datos sobre el consumo y la producción a través de su propia página web y una smart TV que incorporan las viviendas. En esa televisión también visionar las cámaras de vigilancia instaladas (Agencia EFE, 2015). Los edificios se alimentan con energía solar y baterías de almacenamiento para el autoconsumo. Las viviendas además cuentan con sistemas de aire acondicionado con sensores que detectan la presencia y la actividad de personas en la casa para gestionar y modular su funcionamiento. Con la aplicación de este tipo de sistemas la ciudad espera reducir el gasto energético hasta un 70% (Esmarcity, 2014a).

La ciudad cuenta también con sistemas de seguridad inteligente, algo fundamental en las smart cities. En el caso de Fujisawa, se ha instalado un sistema de cámaras de vigilancia en las calles que está conectado a las luces LED que iluminan la ciudad. Estas luces controlan la iluminación de las calles gracias a sus sensores, que detectan si hay algún transeúnte o vehículo cerca de ellas para aumentar la intensidad de la luz (Pérez, 2016).

Fujisawa también cuenta con su propio portal web que ofrece información personalizada a cada ciudadano y todo tipo servicios para la comunidad como: compras, reservas o compartir información durante emergencias.

España inteligente

Nuestro país no se queda atrás y también compite por ser el país más “inteligente”. Algunas ciudades como Santander, Madrid o Barcelona ya se han convertido en referentes mundiales.

Todos estos proyectos para hacer a España y sus ciudades más inteligentes de momento sólo se están centrando en el medio ambiente, un tema a tratar para mejorarlo sobre todo en las capitales, como la automatización del riego y la gestión de los residuos y la movilidad, donde se han podido hacer modificaciones en el tráfico y en el modo de transporte para que contamine menos como los coches eléctricos o bicicletas.


(Foto obtenida de la página del IESE cities in motion: http://citiesinmotion.iese.edu/indicecim/)

En Madrid se aborda el tema del tráfico, la contaminación y los servicios públicos. Al centrarse menos en cómo o cuantos datos se recopilan, se centran más en el porqué de la recopilación de datos, lo que pone como objetivo mantener las soluciones centradas en los ciudadanos y acercar esa información para no desasociar la tecnología con la ciudadanía, es decir, primero se preguntan qué problemas pueden tener las personas respecto a las tecnologías para poder adaptarlas a ellas y que todos los proyectos que se saquen adelante puedan tener un futuro en la ciudad.

Madrid y Barcelona se encuentran en el puesto 25 y 26 respectivamente de 50 países que están en el ranking mundial de “Cities in motion”, un estudio creado por el Business School IESE, de la Universidad de Navarra.

Un ejemplo concreto de Smart City es la ciudad de Granada, el ayuntamiento, con ayuda de las nuevas tecnologías está interesado en promover el turismo de forma inteligente y sostenible con el proyecto Granada Human Smart City que pretende facilitar el acceso turístico al Albaicín mediante la creación de una página web y de una aplicación llamada “Granada accesible”, que proporciona rutas óptimas para visitar el lugar.  

CONCLUSIONES

Como hemos podido ver la comunicación actual y presumiblemente la del futuro, esté condicionada por las TIC’s y otros avances tecnológicos, siempre encaminada a la conectividad de la sociedad dentro de las Smart City.

Estas ciudades inteligentes tienen un carácter comunitario para identificar los grupos sociales con intereses comunes, sin tener en cuenta la cantidad de personas ni el lugar físico dónde se encuentren, o al menos es uno de los objetivos. Y es que, aunque actualmente estas ciudades prestan servicios locales o más localizados, el objetivo es conectar el mundo y a nosotros, sus habitantes.

El espacio o entorno comunicativo actual se ha expandido por el mundo virtual, gracias al uso de Internet, en el que grandes comunidades han establecido formas de comunicación distintas a las que plantea el modelo tradicional, recogiendo avances o aplicaciones tecnológicas para fomentar la participación activa de sus miembros y a través de la gran cantidad de información disponible, permite que las personas obtengan información, datos y noticias de manera inmediata y planteen discusiones acorde a sus intereses.

Y es que cada vez damos más importancia a interrelacionar nuestra actividad local con la actividad global e Internet permite difundir todo tipo de información a nivel mundial a grandes masas o a una sola con el mismo coste económico, con un “clic” de ratón, una pequeña pulsación en la pantalla táctil del smartphone, o cómo pretenden las Smart City, con el simple gesto de pasar por delante de un escaparate de ropa y que te detecten.

Tenemos que entender y tener en consideración que la comunidad se ha extendido y lo más factible para generar una comunicación eficiente y global es huir de anclarnos única y exclusivamente en los medios de comunicación tradicionales y compartir información de interés general pero también personalizada. Y aunque pueda sonar pretencioso o descabellado, estos aspectos en la comunicación ya están presentes en nuestro día a día sin que les prestemos atención y se los podría considerar como parte del proceso que sigue cualquier persona al usar al usar redes sociales, blogs, escribir o leer cualquier cosa en un sitio web.

Es imprescindible comprender que la tecnología es parte de una comunicación inclusiva y abierta a todos, que potencia la comunicación comunitaria del siglo XXI y debemos utilizar la tecnología a nuestro alcance en pro de los intereses comunes de la sociedad global generando un beneficio económico y social.

BIBLIOGRAFÍA

Agencia EFE (2015). Los secretos de las ciudades ‘inteligentes’ de Japón contra desastres naturales. 20 minutos. Disponible en: https://www.20minutos.es/noticia/2375861/0/japon/ciudades-inteligentes-secretos/terremotos/#xtor=AD-15&xts=467263 [Fecha de consulta 20/02/2019]

Alvarado, R. (2017). Ciudad inteligente y sostenible: hacia un modelo de innovación inclusiva. Revista de Tecnología y Sociedad, 13(13), 2007–3607.

Asenador, A. (2016). Smart cities a la española: así compite nuestro país por ser el más ‘inteligente’. Expansión.com . Disponible en: http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2016/04/23/571b721cca47418c138b45f8.html [Fecha de consulta 20/02/2019]

Berrone, P., Ricart, J. E., Carrasco, C., & Ricart, R. (2016). IESE cities in motion index 2016. Retrieved, 1, 2017. Disponible en: https://media.iese.edu/research/pdfs/ST-0471-E.pdf?_ga=2.38313834.837276045.1550694542-1446831167.1550694542 [Fecha de consulta 20/02/2019]

BigData Alliance, (2018). Amsterdam Smart City. Partners, 2018. Disponible en: https://www.bigdata-alliance.org/partners/amsterdam-smart-city/ [Fecha de consulta 20/02/2019]

Clares Gavilán, J. (2015). Big Data: la importancia del análisis de datos en plataformas de vídeo bajo demanda y en televisión conectada. COMeIN. Disponible en: http://www.uoc.edu/divulgacio/comein/es/numero46/articles/Article-Judith-Clares.html [Fecha de consulta 20/02/2019]

Comisión Europea. (2014). Making Big Data work for Europe. Disponible en: http://ec.europa.eu/digital-agenda/en/making-big-data-work-europe

Deutsch, V.E. (2016). Big data contra chimpancés en el sector audiovisual. A un clic de las TIC. Recuperado de: http://aunclicdelastic.blogthinkbig.com/big-data-en-el-sector-audiovisual/ [Fecha de consulta 20/02/2019]

Esmartcity (2014a). Fujisawa Sustainable Smart Town comienza a ser una realidad. Recuperado de https://www.esmartcity.es/2014/12/23/fujisawa-sustainable-smart-town-comienza-a-ser-una-realidad [Fecha de consulta 20/02/2019]

Esmartcity, (2014b). Ámsterdam Smart City, por la sostenibilidad y un mayor nivel de vida. Ciudades Inteligentes, 2014. Disponible en: https://www.esmartcity.es/2014/01/30/amsterdam-smart-sity-por-la-sostenibilidad-y-un-mayor-nivel-de-vida [Fecha de consulta 20/02/2019]

From Barcelona to Madrid, Spain’s smart cities inspire change. Urban-Hub.com. Disponible en: http://www.urban-hub.com/cities/fine-tuning-smart-in-madrid/ [Fecha de consulta 20/02/2019]

Fundación Innovación Bankinter. (2015). Big Data: El poder de los datos. Disponible en: https://www.fundacionbankinter.org/documents/20183/42758/Publicaci%C3%B3n+Big+data/cc4bd4e9-8c9b-4052-8814-ccbd48324147 [Fecha de consulta 20/02/2019]

IDOM. Ciudad, tecnología, y sostenibilidad urbana vista desde IDOM. Granada, ciudad inteligente y accesible. Smartcities.es. Disponible en: http://www.smartcities.es/ [Fecha de consulta 20/02/2019]

Jiménez Barranquín, N. (2014). BIG DATA: ANÁLISIS Y ESTUDIO DE LA PLATAFORMA HADOOP (Grado). Universidad Politécnica de Madrid.

Mitchell, W. J. (2007). Ciudades inteligentes. UOC Papers. Universidad Abierta de Cataluña, 5(2007), 3–8.

Monleón, A. (2015). El impacto del Big-data en la Sociedad de la Información. Significado y utilidad. Historia y Comunicación Social. 20 (2), pp. 427-445.

Pérez, V. (2016). Fujisawa, la ciudad inteligente japonesa que vive en el futuro. Disponible en: https://www.ticbeat.com/innovacion/fujisawa-la-ciudad-inteligente-japonesa-que-vive-en-el-futuro/ [Fecha de consulta 20/02/2019]

Sevillano Pérez, F. (2015). Big Data. Economía Industrial, 395 (5), pp.71-86.

Telefónica, F., Ontiveros, E., & Vizcaíno, D. (2016). Las ciudades del futuro: inteligentes, digitales y sostenibles Las ciudades del futuro: inteligentes, digitales y sostenibles Claves de actualidad Claves de actualidad.

Van Der Berg, E. (2015). ¿Qué es eso del ‘big data’? El País. Disponible en: http://elpais.com/elpais/2015/03/26/buenavida/1427382655_646798.html [Fecha de consulta 20/02/2019]

Wi-Fi Amsterdam, (2019). Free WiFi internet Cafes Amsterdam. WiFi Amsterdam, 2014. Disponible en : http://www.wifi-amsterdam.nl/free_wifi_internet.html [Fecha de consulta 20/02/2019]

Wolkswagen, (2018). Smart City Series: Ámsterdam. Innovación, 2018. Disponible en: https://hacemosrealidadelfuturo.es/post/smart-city-series-amsterdam [Fecha de consulta 20/02/2019]

Un comentario sobre “Smart Cities: el futuro de la comunicación y el Big Data

Deja un comentario